Mi simpatía por el arte se desvela entre los desencuentros de los libros in utero y los jardines de la represión amorosa de doña Martha. Las esquinas de árboles presos de los reojos a los periódicos de la esquina, y la rama que empieza a crecer desde abajo entreabriendo sus objeciones para las faldas pequeñas que trae el verano y que los retoños marrones del otoño, que acostumbra a morir en las dormilonas de invierno: dulces piernas sin dramas; dulces animalillos del buen gusto. Entiendo poco de esto; pero la gente se acostumbra a los diarios que cae de los conos, y su densidad poblacional crece como la canchita que vienen a vender con sus todo-por-un-sol deambulando por ahí. Y la castaña empieza a sonreírme, hora: desnudarme entre cejas. Pero corro en las playas verdes de parques: y todos esos niños-con-gafas: tan acostumbrados a esto, con sus libros complicados//bebidas negras, porque el negro es un gran color, es de tan buen gusto que hasta tiene su propia historia política y su razón social en todo un continente//alma de asesinos y espacio en la nada. Y yo deambulo por allá. Suspiro. Ahí va otra vez ella, jalo la cadena más fuerte: su espacio vacío y el animalillo ahora crece en mi.
Samoyedo's delay
Mi simpatía por el arte se desvela entre los desencuentros de los libros in utero y los jardines de la represión amorosa de doña Martha. Las esquinas de árboles presos de los reojos a los periódicos de la esquina, y la rama que empieza a crecer desde abajo entreabriendo sus objeciones para las faldas pequeñas que trae el verano y que los retoños marrones del otoño, que acostumbra a morir en las dormilonas de invierno: dulces piernas sin dramas; dulces animalillos del buen gusto. Entiendo poco de esto; pero la gente se acostumbra a los diarios que cae de los conos, y su densidad poblacional crece como la canchita que vienen a vender con sus todo-por-un-sol deambulando por ahí. Y la castaña empieza a sonreírme, hora: desnudarme entre cejas. Pero corro en las playas verdes de parques: y todos esos niños-con-gafas: tan acostumbrados a esto, con sus libros complicados//bebidas negras, porque el negro es un gran color, es de tan buen gusto que hasta tiene su propia historia política y su razón social en todo un continente//alma de asesinos y espacio en la nada. Y yo deambulo por allá. Suspiro. Ahí va otra vez ella, jalo la cadena más fuerte: su espacio vacío y el animalillo ahora crece en mi.
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1 comentario:
...el pobre se pelea contra todos por haber perdido hasta su nombre.
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